Si eres un enamorado de los vinos, estamos seguros de que lo eres también con los maridajes en todo su esplendor. Pero realmente, ¿qué es el maridaje en un restaurante y en qué consiste? Esta práctica consiste en combinar de manera equilibrada diferentes alimentos con las bebidas que mejor quedan junto a ellos. Realzando así, todos los sabores y creando una experiencia única.
Mediante el maridaje se busca que se resalten y potencien sus sabores, aromas y texturas. Para lograrlo con éxito, se deben tener en cuenta tanto las características de los alimentos como las de la bebida elegida. También, además de la bebida elegida y su combinación con el alimento, es importante el momento en el que se sirve.
Los expertos en este arte son los llamados sommelier. Son los encargados de recomendarte qué elegir y cuándo hacerlo para que la combinación explote en tu paladar.
Desde Sal i Fum, en este post, te explicamos muchos más detalles sobre el maridaje, como, por ejemplo, algunas comidas para acompañar con vino, y algunos de los ejemplos más típicos de combinaciones en el maridaje.
¿Qué es el maridaje en un restaurante?
Si explicamos qué significa maridaje, se trata de combinar un tipo de bebida con el tipo de alimentos o comida preparada que mejor case. De esta forma se intensifican los sabores, se potencia las propiedades de la bebida y de la comida mucho más. Por lo general, en restaurantes, se suele llevar a cabo con vinos, siendo el sumiller la persona encargada de recomendar los más apropiados para cada tipo de plato.
Normalmente estas recomendaciones se suelen hacer al tomar vino, pero también se puede hacer con otras bebidas como los licores, los cócteles o la cerveza, incluso con bebidas no alcohólicas. Pues el principal objetivo es resaltar el sabor de ambos productos y convertir la comida o la cena en toda una experiencia única para los comensales.
Para llevar a cabo este tipo de técnica de forma profesional es importante que sea el sumiller o el chef quien te aconseje a la hora de elegir el tipo de bebida a tomar según la carta o los platos elegidos. Es fundamental equilibrar el sabor y los aromas para asegurar un buen contraste.
Maridaje con vino blanco
El maridaje con vinos blancos es, sin duda, uno de los más comunes. Por lo que, algunas ideas para acompañar esta bebida son:
- Los pescados son ideales, el vino blanco intensifica el sabor.
- El marisco también combina genial con este tipo de vino.
- Hay carnes suaves como el pollo, el pavo, o la carne roja tipo carpaccio también queda muy bien.
- El queso también es otro de los alimentos más ingeridos junto a una copa de vino blanco.
- También se pueden tomar uvas u olivas, incluso platos de pasta.
Maridaje con vino tinto
Maridar el vino tinto también es muy común en muchísimos restaurantes. Pues a los verdaderos amantes del vino, les encanta tomarlo junto a:
- Quesos, un clásico que nunca falla.
- Carne roja a la brasa también queda perfecto.
- Un vino tinto también marida muy bien con pescado, por ejemplo, el atún o el salmón.
- La pasta aliñada con salsa de queso. De setas, por ejemplo, también combina muy bien con este tipo de vinos.
Comidas para acompañar con vino
Para adentrarnos un poco más en esta delicada práctica, debemos aclararte que sirve cualquier tipo de comida para practicar el maridaje. Hay quien piensa que la mejor combinación de comida con vino hace la diferencia entre los mejores platos del mundo.
El maridaje sigue un proceso y unos pasos en el que no se debe saltar ninguno de los pasos.
- Servicio. Donde aparece el mágico momento del descorche (se descorcha siempre en vertical sobre una superficie plana.
- Decantado. Gracias a la decantación, se consigue una mayor oxigenación al vino y hacer aflorar sus aromas, además de eliminar esos posos o restos de corcho.
- Temperatura. Variará según la bebida o vino elegido. Se debe conocer la temperatura óptima.
Si no sabes cuando realizar un buen maridaje, te dejamos algunos de los momentos ideales para que lo disfrutes, aunque depende del contexto y del gusto, puedes elegir el momento perfecto para ti.
- Durante una comida. Este es el maridaje clásico. Puede ser una cena formal, comida familiar, etc…
- Degustaciones de vinos. En eventos donde se prueban diferentes vinos, el maridaje es esencial para complementar y acompañar los sabores y armos de las bebidas.
- Catas de alimentos. En catas como, por ejemplo, de quesos, carnes… es esencial para completar los sabores y aromas en las bebidas.
- Reuniones sociales. Para una reunión en casa, cenas entre amigos… Lo puedes utilizar para sorprender a tus invitados.
- Cenas maridaje. Existen restaurantes y bodegas que las organizan, sirviendo platos seleccionados especialmente para complementarse con los vinos que seleccionen.
Ejemplos de maridaje
¿Qué comida debes acompañar con vino? ¿Con cuál no debes hacerlo? Esto es complejo, porque, aunque puedas hacer maridaje con cualquier tipo de comida, hay algunas con las que casa mejor que con otras. Y, ¿cuáles son los alimentos más famosos o conocidos, con los que se puede realizar un maridaje?
- Entrantes y vinos. Las entradas como sopas u otros más ligeros, pueden verse beneficiados por vinos blancos secos o tintos ligeros.
- Ensaladas y vinos. Las ensaladas suelen tener un toque crujiente y fresco por lo que el que casa muy bien con este tipo de alimentos es el vino blanco seco y ligero.
- Pescados y vinos. Este alimento puede maridarse con una gran cantidad de vinos. Es habitual experimentar con ellos aquí.
- Carnes y vinos. Las carnes rojas suelen casar con vinos pesados, mientras que las blancas con vinos más ligeros.
- Pastas y vinos. El maridaje de estos platos es más complejo. Si se utiliza una salsa que está hecha con tomate, los vinos tintos van genial. Y si la salsa es por otro lado cremosa, los vinos blancos.
Además de estos clásicos alimentos, existen algunos que se encuentran dentro de estas variedades que se usan en el sector del maridaje.
Por ejemplo, el bacalao es un alimento que es comúnmente utilizado en esta práctica. Aunque no tenga un vino exacto con el que queda bien, ya que la manera de preparar y cocinar este alimento es innumerable. Puedes probar desde con vinos blancos, vinos rosados y vinos tintos, y todo depende, como ya hemos comentado, de la manera de cocinarlos y acompañarlo. Un claro ejemplo, en el que el ingrediente principal quizás importa menos que los secundarios.
¿Maridaje en el postre? ¿Es posible?
Aunque no sea lo más común, sí, el postre se puede maridar. De hecho, muchos amantes de la enología y del buen comer lo ponen en práctica. Existen vinos para postres ideales para intensificar el sabor del chocolate u otro sabor dulce. Por ejemplo, los vinos espumosos o dulces combinan genial con los helados, la fruta o las tartas.
Sin duda, hay una variedad perfecta para cada plato. Si te gusta tomar una copa y disfrutarla hasta el último bocado, puedes apostar por este tipo de bebida. ¡Hay para todo!
Sin duda, los sabores y los aromas son los protagonistas de cualquier comida o cena. Los platos deliciosos y equilibrados son ideales para disfrutarlos junto a un buen vino de calidad. Y si vas a salir a comer fuera, apuesta por el maridaje en un restaurante, deja que el sumiller te recomiende la mejor opción para cada plato. ¡Te encantará!
¿Qué es un maridaje perfecto?
Este arte, es una práctica compleja y delicada, por ello existen algunas claves esenciales para el maridaje perfecto.
- Comida y vino, dos en uno. Elige de la mano la comida y el vino, no de manera independiente.
- Conoce el producto. Cata, degusta y aprecia los matices del vino. Después, con estos matices en boca, elige los alimentos que creas que vayan a ir en sintonía.
- Busca el equilibrio. Teniendo en cuenta los tres famosos ejes: sabor, aroma y textura.
- Cautela con los contrastes. Utiliza los contrastes de sabores con precaución.
- Sigue un orden lógico. De platos más ligeros a platos más densos, por ello empieza con los vinos blancos pasando por espumosos y rosados, y termina con el tinto (en este orden).
- Sigue tu instinto. Tu propio gusto es importante.
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